2013


DESDE EL ARTE Y LA CULTURA

TOD@S TRABAJANDO POR UNA


ASAMBLEA CONSTITUYENTE

NUEVA CONSTITUCIÓN

jueves, 14 de noviembre de 2013

domingo, 20 de octubre de 2013

MUERTES INVISIBLES, MEMORIAL PRESENTE

Muertes Invisibles:
                              Memorial para el Presente.

Texto Inaugural

A 40 años del golpe militar fascista, sin duda, no podemos olvidar ni perdonar los asesinatos, secuestros, torturas y desapariciones que se vivieron en  nuestro país  entre 1973 y 1990.
Pero no es sólo esta la herencia que nos dejó Pinochet y la derecha tradicional. El destino de Chile fue trazado a través de una Constitución antidemocrática, aprobada a través de un fraudulento plebiscito organizado por la dictadura militar en 1980 y reafirmada por la Concertación, condenando a nuestros pueblos a padecer toda la violencia de un modelo económico inhumano. Las relaciones laborales, la educación, la previsión, la salud y todos bienes y derechos comunes fueron arrojados a los avatares del mercado, a los caprichos de la dictadura del capital.  Una vez más nuestras elites nacionales y sus fuerzas armadas regalaron a los grandes empresarios nacionales y trasnacionales nuestros recursos naturales, nuestros servicios públicos, nuestra banca, en fin, un país entregado al lucro inescrupuloso de unos pocos  a costa del despojo y abandono de los más: de los trabajadores, los  pueblos originarios, los campesinos, los jóvenes, los enfermos, los ancianos.

Frente a tanta injusticia y descaro, inevitablemente surge la revuelta

El país entero ha sido testigo de cómo los pueblos se organizan y se agigantan en la defensa de sus derechos: el pueblo mapuche, los estudiantes secundarios y universitarios, los habitantes de Aysén y Freirina, los pescadores frente a la Ley de Pesca son ejemplos, entre muchos otros, del creciente descontento y organización popular en contra de un modelo económico y político impuesto a sangre y fuego. La lucha crece en los centros de alumnos, los sindicatos, las poblaciones, en los pueblos y regiones.

Y esa lucha tiene también sus muertos

La lógica de la violencia en las políticas de Estado en defensa de los intereses empresariales nacionales y trasnacionales continúa. Aylwin, Frei, Lagos, Bachelette y  Piñera han defendido la democracia neoliberal mediante una fuerte represión y persecución policial a todos los que se levantan resistentes a un sistema que imposibilita la vida. Allanamientos, abusos, detenciones y asesinatos defienden el proyecto neoliberal impuesto por el dictador

He aquí un pequeño homenaje, a los caídos y caídas entre 1990 y 2013.
                             
                             Por ellos y ellas: ni perdón ni olvido.

Un Estado que se dice democrático, un gobierno que se dice democrático no puede estar torturando Bachelette está torturando igual que en dictadura
Matías Catrileo.


Muertes Invisibles: Memorial Presente

Muertes Invisibles, Memorial Presente

Durante las conmemoraciones de los 40 años del golpe militar TODOS TRABAJANDO se hizo presente con el memorial Muertes invisibles, memorial presente, dedicado a los asesinados por razones políticas durante los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría. Durante los días previos al 11 de Septiembre y ese mismo día, estuvimos en distintos puntos de la ciudad y fueron muchas las personas que se animaron a participar. Continuaremos presentando este memorial durante lo que queda del año y esperamos cooperar así para que en Chile de verdad no haya ni perdón ni olvido.



 La violencia instalada como lógica de contención social impuesta por la Dictadura opera hasta el día de hoy, la violencia de Estado no es un asunto del pasado y quienes se declaran (con o sin razón) a viva voz como víctimas de la opresión impuesta desde 1973, se han convertido también en cómplices y verdugos durante los últimos 25 años en la defensa de los intereses de los grandes grupos económicos nacionales y trasnacionales. 

A cuarenta años del golpe

Este año se conmemoran los cuarenta años del Golpe militar de 1973, uno de los sucesos más sangrientos de nuestra historia presente y momento clave para el desarrollo del capitalismo en Chile. El golpe fascista no sólo terminó con el gobierno de Salvador allende y la Unidad Popular, también puso fin, a sangre y fuego, al movimiento popular iniciado a comienzos del siglo XX y que llevaría al gobierno, tras décadas de lucha, muerte y organización, a un presidente de los trabajadores. La dictadura de Pinochet y de la derecha tradicional hizo todos los esfuerzos por acabar de raíz la más mínima señal de organización popular; a través de la tortura, la persecución y el amedrentamiento constante, la introducción de la pasta base y una larga lista de etcéteras, los ideólogos de la dictadura fascista redujeron a cenizas el trabajo de casi un siglo de organización amparados en el aparato legal que les da la Constitución Fascista del 80. 
Sin embargo, y a pesar de los gobiernos y de las políticas atomizadoras de la Concertación, en los últimos años ha comenzado a generarse un fuerte movimiento social como hacía décadas no presenciábamos. Las movilizaciones estudiantiles,  Aysén y Freirina son ejemplos de este fenómeno que logra cada día mas amplitud y simpatía popular. Consignas como nacionalización del cobre, gratuidad en la educación o cambio de Constitución a través de una Asamblea Constituyente dan cuenta de un avance en el nivel de conciencia de las masas populares y de la politización de gran parte de la ciudadanía.
Es en medio de este escenario que llega el momento de conmemorar los cuarenta años del golpe. Al observar cómo la Alianza por Chile y la Nueva Mayoría, ex Concertación, llegan a acuerdos para consensuar una misma idea frente a un hecho histórico del que muchos de ellos participaron como evidentes adversarios, no podemos sino constatar  que desde la vuelta a la “democracia” ambos bloques neo liberales se han coludido descaradamente para imponer a cualquier precio un modelo que sólo genera injusticia y violencia, que enriquece a los grandes empresarios nacionales y a los grandes conglomerados económicos trasnacionales.
Todos reconocen lo inapropiado del golpe militar y lamentan sus trágicas consecuencias, todos llaman al perdón, la reconciliación, al concenso y la unión de los chilenos, unos más unos menos reclaman por justicia y castigo.
Pero hay algo más en lo que todos coinciden: en que el golpe de Estado no se hubiera producido si el gobierno de la Unidad Popular hubiese podido contener a los grupos extremos que estaban dispuestos a pasar por encima de la constitucionalidad imperante. Incluso el Partido Comunista, actual aliado de la Nueva Mayoría, ha expresado a través de su presidente, que en ningún instante ellos habían, a diferencia de otros, intentado romper los márgenes de la legalidad, y para que hablar del “socialista” Escalona, quien en un acto de patetismo propio de los títeres y rastreros, pidió perdón al país, a la historia, por haber dejado que la coyuntura política y social para un golpe de Estado tomara forma.
En todos lados desde programas de televisión, miniseries, obras de teatro, discursos políticos y declaraciones públicas se expone la imperiosa necesidad  de evitar cualquier experiencia política y social que pueda compararse con el desorden, contradicciones y enfrentamientos inevitables en un momento histórico como ese, en el cual las fuerzas populares enfrentaban la posibilidad concreta de tomar el poder desde una perspectiva revolucionaria.
Toda esta estrategia comunicacional tiene, a nuestro criterio, directa relación con el resurgimiento de los movimientos sociales y las demandas que se instalan cada vez más en el imaginario de los chilenos, tiene directa relación con el movimiento estudiantil, con las demandas de una nueva constitución y la articulación de un futuro poder constituyente.
Es el esfuerzo desesperado de los bloques neoliberales, sus aliados y sus díscolos por mantener el orden social, por mantener la paz social, por mantener sus privilegios, cuidar los intereses de grandes empresas, recibir enormes “donaciones” para sus campañas presidenciales, aumentar las ganancias de sus propias empresas, en fin, el esfuerzo desesperado por perpetuar el actual orden de cosas, con las desastrosas consecuencias que esto acarrea para millones de chilenas y chilenos.

Es enorme lo que está en juego, es por ello que no se ha trepidado al momento de defender los intereses del capital. Más de ochenta muertos políticos, asesinados en los años de nuestra ansiada democracia. Más de ochenta asesinados. Esa es la cifra terrible que  oscurece los últimos años de la historia de nuestro país.

Entrevista a Juan Abstencio, el candidato de la abstención.

jueves, 20 de junio de 2013

jueves, 13 de junio de 2013

A propósito de las elecciones: votar o no votar.


Estamos a unos cuantos meses de las elecciones presidenciales y parlamentarias y el panorama político se vuelve muy interesante. Al evidente rechazo ciudadano a la gestión de la Alianza por Chile, encabezada por Sebastián Piñera,  se suma la sensación de una baja de popularidad de la pre candidata Michelle Bachelette producto del descrédito y la desconfianza que genera en la ciudadanía, y el surgimiento de pre candidatos que intentan canalizar las demandas instaladas en el imaginario nacional  por el “movimiento social” que se viene gestando hace ya algunos años. A todo esto debemos agregar que el enorme porcentaje de abstención en las últimas elecciones municipales,  puso en evidencia el colapso en la representatividad de las coaliciones políticas instaladas en el poder bajo el sistema binominal, coaliciones que han trabajado durante todos estos años para mantener a cualquier precio un modelo económico que beneficia a los grandes poderes económicos nacionales y transnacionales, dejando a su suerte a millones de chilenos y chilenas que cada día deben sufrir los embates de una economía neoliberal descarnada.
 Demandas como gratuidad en la educación, nacionalización de los recursos naturales, re nacionalización de los servicios públicos o nacionalización de la Banca, han sido asumidas por un amplio número de ciudadanas y ciudadanos, obligando a instalar estas y otras demandas en la agenda y en la discusión política nacional, incluyendo la urgente necesidad de cambiar la Constitución, redactada por la dictadura de Pinochet y reafirmada por la Concertación bajo el gobierno de Ricardo Lagos, a través de una Asamblea Constituyente democrática y popular.
No podemos dejar de mencionar que así como crece el movimiento social y profundiza sus demandas, crece también la represión policial, los secuestros, abusos sexuales, balas locas, allanamientos, montajes y el incremento de inversión en tecnología represiva dispuesta por el Ministerio del Interior, lo que da cuenta del temor del poder institucional y de su reacción frente a un movimiento que comienza a desestabilizar el orden político y económico imperante y que se instala como un protagonista de este momento de nuestra historia, marcado por la crisis de un sistema de relaciones sociales, económicas y políticas cuyos cimientos comienzan a socavarse.
Es este movimiento y su protagonismo histórico  el que ha generado las condiciones para el surgimiento de pre candidaturas  independientes como, por ejemplo, las de Roxana Miranda o Marcel Claude, quienes se presentan para un amplio número de personas como una posibilidad concreta hacia la cual dirigir sus votos, pues han asumido en sus discursos, justamente, las demandas del movimiento social, incluida la de un cambio de Constitución a través de una Asamblea Constituyente.
Paralelamente un grupo de partidos y organizaciones sociales llaman a no participar de las elecciones a través de la abstención o bien a participar anulando o dejando en blanco el voto, como una forma de dar cuenta del mínimo margen de representación ciudadana que las elecciones constituyen bajo el modelo actual, llamando a unificar esfuerzos en pro de desestabilizar, a través de la protesta popular, una institucionalidad que no da espacios de participación y representación real a los pueblos de Chile.
Sin duda se comprende el entusiasmo que han despertado las precandidaturas alternativas a la Alianza por Chile, a la Concertación, sus aliados  y  sus díscolos. Después de estos años resulta evidente, y no sólo a nivel local, que el modelo capitalista neoliberal hace aguas en todas las esferas de la convivencia social, las naciones del mundo reclaman cambios profundos en sus instituciones y para quienes creen aun en nuestro modelo “democrático” y desean un cambio en nuestro sistema de relaciones, una candidatura que asuma esta realidad y proponga una salida concreta a través de reformas profundas es para muchos una posibilidad para entregar el voto.
Sin embargo en Tod@s Trabajando estamos convencidos  de que la alternativa correcta es la desestabilización del sistema electoral y del modelo neoliberal, la suspensión de las relaciones capitalistas,  la desestabilización de todo el aparataje institucional,  la puesta en evidencia de la falta de representatividad no sólo del sistema binominal, sino de la lógica democrática burguesa, para lo cual llamamos, junto a otras organizaciones y partidos políticos a no participar del proceso electoral, a la ABSTENCIÓN, o en su defecto al voto en blanco o la anulación, así como a la puesta en evidencia de nuestra disidencia a través de la movilización y una participación activa en la coyuntura política nacional.
Tod@s Trabajando considera que lo importante en este momento de nuestra historia es dar continuidad al Movimiento Social, sea cual sea la opción, votar o no votar, debemos continuar la lucha, la movilización y la revuelta popular. No consideramos  opciones totalmente opuestas el votar por las candidaturas alternativas a la Alianza por Chile, la Concertación, sus díscolos y sus cómplices electorales y el llamado a abstención, voto nulo o blanco; después de las elecciones, que es  posible serán ganadas por los candidatos de la institucionalidad legitimada por una Constitución impuesta a sangre y fuego, somos tod@s nosotr@s, votantes y no votantes, decididos a la realización de cambios profundos en nuestra sociedad, los que deberemos continuar la batalla. Consideramos que es indispensable que la verdadera izquierda de nuestro país aúne criterios,  postergue divergencias y se vuelque a las calles a manifestar unida nuestro descontento y nuestro deseo de vivir en el Chile que nosotras y nosotros  queremos.
Ni Alianza, ni Concertación, ni traidores, ni díscolos: la verdadera izquierda unida por una Asamblea Constituyente democrática y popular, Nueva Constitución.

Tod@s Trabajando.

viernes, 24 de mayo de 2013


Ponencia de nuestro compañero Cristián Lagreze, integrante de Todos Trabajando, en la inauguración del Día del Teatro en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile.



Frente a la pregunta qué se celebra cuando se celebra el día del Teatro, sólo una respuesta se me viene a la cabeza, hay poco que celebrar.
Y esto porque después de la dictadura, y parto después de la dictadura pues esta desmanteló  la actividad artística y el acceso y la participación en expresiones de arte (hubo durante la Unidad Popular una intensa actividad artística, al menos eso es lo que se percibe en documentos históricos y audiovisuales).
Quiero aclarar que por participación me refiero a talleres, actividades artísticas en centros comunitarios, juntas de vecinos, etc. Y esto desde nuestra perspectiva (todos trabajando) es muy importante en cuanto al desarrollo cultural de la sociedad.
Decía, la dictadura desmanteló la actividad artística, el acceso y participación en expresiones de arte, así como desmanteló las redes de cooperación comunitaria, así como se ingresó la pasta base a las poblaciones, todo con el propósito de enajenar a las masas populares.
Entonces, aparece  la Concertación, la que durante el gobierno de Ricardo Lagos genera el primer documento de políticas culturales. De este documento he extraído un par de citas que nos pueden dar alguna idea de los objetivos que se trazó en cuanto al desarrollo de la actividad artística y cultural:

“Los cambios socio- económicos que están ocurriendo en el país, especialmente aquellos como el acelerado proceso de urbanización, el incremento de los niveles educativos, mayor disposición de tiempo libre y la esperable reducción del tiempo de trabajo son factores que potencian el desarrollo de las Industrias Culturales.


Los productos Culturales tienden a ubicarse dentro de las áreas de mayor crecimiento de la economía mundial, además se promueven intercambios para su producción, promoción y difusión a tal escala que lo convierte en el sector mas globalizado de la economía mundial”.

“El Estado no define qué tipo de cultura le conviene a la Sociedad, pero debe favorecer las condiciones que hacen posible tanto la libertad de los creadores como el libre albedrío de las audiencias a preferir y escoger entre diferentes bienes culturales”.


Latinoamérica es el contexto principal de nuestro diálogo cultural, por cuanto es parte privilegiada de construcción de nuestra identidad. Del mismo modo, cultivamos una relación particular con Europa y por cierto Norte América, con quienes compartimos valores de modernidad, de derechos humanos e individuales, de democracia, tolerancia religiosa y libertad de expresión”.


Resulta claro cual es el plan y en qué segmento de la sociedad se piensa cuando se piensa en acceso a la actividad artística, por lo demás en todo el documento poco o nada se habla de participación e, insisto,  para el desarrollo cultural de la comunidad la participación es fundamental.
Es decir, se  instala al teatro, como a todo, en la lógica de las relaciones capitalistas.
De hecho se opta por los fondos concursables para iniciar los financiamientos de creación e infraestructura. Y quién recomienda los fondos concursables para el desarrollo de la actividad y consumo de expresiones de arte: el FMI, que es el que dicta a los países en vías de desarrollo las directrices político económicas que deben aplicar los gobiernos de turno.
En la lógica capitalista el Estado se deshace de responsabilidades (desnacionalización, privatización de empresas estratégicas, salud, educación, fondos de pensiones, etc.)
A propósito de los posibles cierres de La Memoria y Teatro el Puente se ha discutido en diversos espacios la necesidad de que el Estado se haga cargo del desarrollo de la actividad artística en general y teatral en particular.
Aquí quiero desviarme un poco. Al inicio dije que no había mucho que celebrar, porque sí hay cosas que celebrar. Donde se cierran espacios se abren otros. Y pienso en la gran cantidad de espacios independientes, auto gestionados, que se abren con esfuerzo y convicción, pienso en espacios levantados por gente de teatro dentro y fuera del circuito teatral, en regiones, comunas y poblaciones, pienso en colectivos y compañías que acercan sus creaciones a la comunidad y que trabajan en talleres comunitarios, colegios y juntas de vecinos, que trabajan por el desarrollo cultural de la población, de las masas populares. Esto es importante, aunque nadie mande cartas al Mercurio, o a la Tercera o envíe declaraciones fogosas porque se cierre uno de estos espacios. Y claro, los que importan son los espacios legitimados dentro del imaginario del teatro burgués, ¿o no?
Retomando: mucho se ha hablado en las últimas semanas de  la necesidad de que el Estado se haga cargo del desarrollo de la actividad artística. No se puede pedir al  Estado lo que no puede o no quiere dar. Un Estado Neoliberal administra y subsidia. Nada más, éste es el rol que le otorga la Constitución.
Si el Estado no puede o no quiere hacerse cargo del desarrollo de la actividad artística, del acceso y la participación, el arte debe convertirse en un objeto de consumo y sobrevivir en el mercado.
El Estado subsidió a Centro Mori, a Teatro San Ginés y a la escuela del Teatro la Memoria. Los dos primeros sobrevivieron en la lógica del mercado, la Memoria no. Por qué debiera el Estado volver a subsidiarla. Es como pedir un crédito a CORFO, quebrar y volver a pedirle un crédito.
Si queremos que el Estado se haga cargo del desarrollo, acceso y participación en la actividad artística, debemos desmantelar la estructura política hegemónica. Sólo así se resuelve el problema de la educación, de la salud, del derecho al descanso, del desarrollo de la actividad artística, del desarrollo cultural de la ciudadanía, de nuestros derechos laborales (de hecho yo trabajé boleteando por más de ocho años en esta escuela, me echaron y no recibí ni un peso de indemnización), de nuestra previsión social, etc.
Reestructurar y democratizar el Estado y sus instituciones, renacionalizar los recursos naturales, desprivatizar empresas estratégicas es de primera necesidad, y para que esto sea posible un paso concreto a mediano plazo sería la redacción de una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente democrática y con participación popular.
El día que le doblemos la mano al poder político y económico e instalemos otro sistema de relaciones sociales, políticas y económicas en nuestro país, podremos, a nuestro entender, celebrar los trabajadores del arte y la cultura y toda la ciudadanía, el día del Teatro o de cualquier otra forma de expresión artística.



jueves, 9 de mayo de 2013

Todos Trabajando y Teatro Público en el Acto de la Dignidad Obrera.




El domingo 28 de Abril se llevó a cabo el Acto de la dignidad Obrera, el que convocaba a trabajadoras y trabajadores para repudiar el acto organizado por la dirigencia de la CUT para el 1 de Mayo.
Representantes de organizaciones y sindicatos disidentes de la Central Unitaria de Trabajadores (ex Central Única de Trabajadores) se hicieron presentes con discursos alusivos a la situación paupérrima en que nos encontramos los y las trabajadores en Chile, víctimas de un modelo económico injusto y de una Constitución redactada durante la dictadura de Pinochet y avalada por la  Concertación durante el gobierno de Ricardo Lagos.
Todos Trabajando se hizo también presente, así como Teatro Público con la presentación de su última puesta en escena Nuestra América (bosquejos)
Desde aquí un saludo fraterno a todas y todos los trabajadores, a todas y todos los dirigentes honestos y comprometidos con la lucha sindical de clase y con la construcción de una sociedad justa y democrática.
Agradecemos la invitación que se nos extendió y nos comprometemos a no claudicar en la lucha contra el sistema opresor.
Acá les dejamos el texto leído en el acto:

“Cuando terminaba el siglo XIX, 5 trabajadores anarquistas de Chicago eran asesinados por el Estado Yanqui por luchar por la legitimización de 8 (largas) horas de trabajo. Más de 100 años después, en Chile, asesinan al compañero Juan Pablo Jiménez por luchar contra el subcontrato, las horas extras, rechazar la flexibilidad laboral, incentivar a la organización obrera de clase y las luchas internas  propias del sindicato de Azeta, el cual presidía. Sin duda, a este asesinato, se le debiese sumar los miles de trabajadores asesinados por la patronal a causa de la irresponsable, miserable y criminal desprotección laboral ¿Qué ha Pasado con la Lucha obrera en estos años en nuestro país? ¿Qué ha pasado con las grandes Centrales sindicales? Parece que hay algunos que apellidan Martínez o Figueroa que se dicen “socialista o Comunistas”, que se han apernado en una clase dirigencial mafiosa, que  han reproducido las mismas prácticas fraudulentas de la clase política, y en nada representan los intereses de la clase trabajadora. Estos dirigentes de la CUT han trabajado por las migajas que caen de los bolsillos de los dueños de este país, y de esta manera, solo se han encargado de continuar el proyecto Neoliberal que fundó Jaime Guzmán y continuaron sus hijos de la concertación y la alianza.
La necesidad urgente de organizarnos como clase, como trabajadores, como pueblo, no puede esperar más. Solo unidos, encontrándonos entre nosotros y distinguiéndonos de ellos, podremos avanzar hacia la recuperación de lo que por derecho es nuestro. De nuestro trabajo, de nuestra gente, de nuestro cobre, de nuestra agua, de nuestra educación, de nuestra salud, de nuestras casas, de nuestras vidas.

Compañeros y compañeras.
Todos trabajando, colectivo integrado por trabajadores del arte, estamos profundamente agradecidos con todas las agrupaciones convocantes. Debemos generar todas las instancias posibles que generen encuentros: actos, asambleas, manifestaciones, etc. Creemos que debemos avanzar hacia una gran Asamblea Constituyente de los Pueblos de Chile, que provenga del movimiento social y político, que nos permita suspender esta institucionalidad (y no recurrir a una A.C. via 4° Urna, como algunos proponen) y recuperar lo que nos pertenece, pensando que el camino continúa hasta la abolición de las relaciones capitalistas, hasta el fin de la lucha de clases. Arriba los que luchan. Por la horizontal recuperación de todo, porque todo es de todas y de todos
Todos Trabajando.

jueves, 25 de abril de 2013

NUESTRA AMERICA (bosquejos) en el Acto por la Dignidad Obrera




Los invitamos a todos a participar de este acto
se presentará Nuestra América (bosquejos) y 
habrá musica y poesía...
LOS ESPERAMOS.... !!!!!





viernes, 19 de abril de 2013

Entrevista a Patricia Artés, directora de Teatro Público


“Debemos fisurar el teatro hegemónico y legitimado, siempre entendiendo que nuestro lugar natural (el del teatro político), puesto que pertenece a él y de ahí emerge, es el movimiento social y político”.


Nuestros compañeros de la compañía Teatro Público traen a la escena nacional su 4° montaje: Nuestra América (Bosquejos), Benjamín Prati realizó una entrevista a Patricia Artés, directora de la compañía.
Patricia nos comparte su visión del teatro político y su estado actual en nuestro país; también define algunos conceptos del propio hacer con Teatro Público y reflexionamos en torno a nuestra realidad Chilena y Latinoamericana.

Chile pasa por un proceso de agudización de la lucha de antagonismos políticos. Vemos como los estudiantes  se han posicionado en las calles nuevamente, cada vez hay más huelgas de los trabajadores, (hace poco el dirigente sindical Juan Pablo Jiménez, presidente del sindicato de Azeta fue asesinado de un disparo en la cabeza), vemos pobladores tomándose terrenos, el pueblo mapuche en su interminable lucha para lograr, por fin, su independencia, las regiones alzándose contra el centralismo productivo y social, etc. Vemos que poco a poco la indignación, que durante muchos años fue acallada, hoy vuelve a despertar. Pienso en la historia del teatro político y social, en cómo el arte ha sido parte de los movimientos sociales con su hacer como método de propaganda, protesta o politización, cuando el teatro y el arte en general, han tomado posición frente a su contexto socio-político, tanto en sus contenidos artísticos, como en sus modos de producción.  Entonces, pensé en Luis Emilio Recabarren  con el Teatro Obrero a principio del siglo pasado, en Isidora Aguirre y Egon Wolf a mediados de siglo, en Juan Radrigán en dictadura, y así seguramente muchos autores y colectivos que abrieron espacios de resistencia con el teatro. Creo que Teatro Público viene a continuar este listado de trabajadores del arte que luchan para construir un país más justo.




-Me parece que hay pocas compañías en nuestro país que hoy en día se autoafirmen como hacedores (productores) de teatro político y si las hay,  los espacios oficiales son muy escasos para ejercerlo ¿Por qué creen que se da esta situación? y ¿Por qué creen que es importante hacer teatro político hoy? ¿Qué responsabilidad tienen las academias formadoras de actores de la poca producción de teatro político?


Nuestra definición como colectivo del teatro político surge a partir de la sistematización de nuestro trabajo y de la conceptualización histórica y teórica que propone César de Vicente Hernando,  en la que se define el teatro político como aquel que por medio de sus mecanismos de producción indaga en las relaciones de poder y de dominación (hacer visible lo invisible). Ese sería su objeto específico de investigación, marcando una diferencia sustancial con el teatro social, puesto que este último vendría a representar los males sociales del capitalismo sin develar la estructura que los provoca. Podría resultarnos sencillo este enunciado, pero  es muy complejo, puesto que pasar de un teatro social (de representación) a un teatro político (analítico) necesariamente implica una profundización en la construcción escénica, una reflexión y construcción analítica que sea capaz de  develar  los mecanismos de dominación y no sólo representar su consecuencia social. En este sentido podríamos afirmar que muchas de las producciones que se levantan como teatro político aún se mueven en los límites del teatro social. Esto no es una valoración negativa, es sólo una diferencia conceptual que nos permite profundizar en el análisis de las obras de la escena nacional. Hay distintos factores que podrían dar respuesta al por qué el teatro político no se encuentra frecuentemente en los circuitos oficiales, y tampoco tan masivamente (como se podría creer) en los no oficiales. El primero, es que el teatro político propone un mecanismo de pensamiento que vendría a desmantelar el dominante, pues bien, esta es una razón contundente para excluir al teatro político de las salas oficiales, puesto que están vinculadas con los aparatos de dominación y de hegemonía del pensamiento. Esto no sucede con el teatro social, de hecho, en nuestra cartelera abundan los montajes que denuncia los males de nuestra sociedad e intentan “humanizar” el capitalismo, pero no profundizan en sus cuestiones políticas. Lo segundo,  es que muchas veces las compañías que hacen teatro político rechazan los circuitos oficiales, y claro, con razón, pero el problema es que la lucha de clases se dan en todos los ámbitos, incluido el de la ideas y el de la producción artística.  Es difícil hablar de esto sin ser mal interpretada. No se trata de andar con la carpeta bajo el brazo intentando quedar en las salas que legitima el teatro burgués, ni de profitar con el discurso del infiltrado que dice cambiar el poder desde adentro, sino de visibilizar la escena política, puesto que consideramos que el teatro genera pensamiento e imaginarios. Por esto nos interesa el teatro. Entonces, debemos fisurar el teatro hegemónico y legitimado, siempre entendiendo que nuestro lugar natural (el del teatro político) puesto que pertenece a él y de ahí emerge, es el movimiento social y político.
Por supuesto que una de la razones de la escases de teatro político es la formación teatral de las academias. Las instituciones educacionales son dispositivos de dominación, son parte aparatos ideológicos, y las escuelas de teatro no son la excepción. La manera de abordar el teatro en las Escuelas en su mayoría es desde la escena burguesa.



-Teatro Público afirma que sus procesos creativos, por lo menos los dos últimos (Celebración, 2010 y Nuestra América (Bosquejos), 2013), se constituyen a partir de la “autoría múltiple” ¿Cómo podrían definir este concepto? ¿Esta decisión pasa por su posicionamiento ideológico en su hacer teatral?
El concepto de autoría múltiple aparece tras la sistematización de la experiencia que significó el trabajo para la creación de Celebración. La producción escénica de este montaje se realizó a partir de  la multiplicidad de imaginarios, intuiciones, saberes y sensibilidades y más, que se nutrieron con el proceso de documentación, y que luego, interrogamos en escena. La dirección es la  que hace una especie de cartografía política y escénica con los materiales arrojados por todas y todos. Este proceso fue radicalizado en Nuestra América (bosquejos). Este es un modo productivo escénico que aún estamos definiendo, así es que no te puedo dar una definición totalmente certera como quisieras. Pero puedo decir, entre la certeza y la intuición, que lo nombramos así y no como creación colectiva porque no se trata estrictamente de resolver un problema en términos colectivos, sino de poner en común las distintas voces (autorías) sobre el problema. Es por esto que los roles no desaparecen, sino más bien se ponen al servicio de la puesta en común, así, en la construcción musical por ejemplo, los actores, la dirección, la asistencia, el diseño… ponen en juego texturas, sonoridades, materiales sonoros, pero es el músico, con esos elementos entregados, el que produce la cartografía musical. No se trataría de la ausencia de poder, sino más bien de un poder común.
Intentando abordar la segunda parte de tu pregunta sobre si “esta decisión pasa por  un posicionamiento ideológico en nuestro hacer teatral”, voy a deslizar algunas ideas que me parece  explican nuestro quehacer teatral, como un intento de encontrar un modo productivo político de resistencia, y por qué no, de subversión y construcción. No sé, si responderé exactamente a lo que te refieres, pero trazaré ciertas ideas que pueden servir.
Un trabajo de autoría múltiple no se puede separar de un proceso de autoeducación colectivo, de donde emerjan las premisas desde las cuales abordar el proyecto.
Si partimos de la idea de que la educación es un espacio de dominación, que está dentro de una red de dispositivos que busca regular nuestras vidas, nuestros hábitos y costumbres sociales, asegurando la obediencia a sus reglas, y así a través de la vigilancia producir la normalización;  un punto importante de resistencia frente a este dispositivo de dominación es establecer puntos de autoeducación que contesten al dispositivo de dominación que es la educación.
Entendemos  un proceso de autoeducación, como un proceso de autoformación colectiva a través de reuniones de estudios, discusiones internas, participación en el movimiento social: manifestaciones, jornadas populares, etc., mediante el cual compartir un conocimiento, una imagen, una idea, etc. Investigando de manera común vamos fortaleciendo el colectivo y su autoría múltiple. La puesta en común de conocimientos que arrojen estas experiencias tiene como finalidad elevar el entendimiento de la vivencia social al plano político, desde una mirada crítica del orden de dominación imperante y con una perspectiva transformadora revolucionaria de la sociedad.
La sociabilización de la práctica teatral, permite que un proceso de autoeducación no se quede al interior del colectivo, sino que se proyecta en los públicos, potenciando otras experiencias de luchas y resistencia.
Me parecía pertinente detenerme un poco en la figura de la auto educación, puesto que sin esta no es posible entender la autoría múltiple, o por lo menos así pensamos que debiera ser desde una perspectiva política, puesto que si no, nos quedamos sólo en la búsqueda de un procedimiento de creación, y no en la búsqueda de un modo de producción que haga posible el develamiento de lo oculto en la perspectiva de potenciar los horizontes emancipatorios.

La idea de autoría múltiple operaría en el colectivo teatral respondiendo a la idea fragmentaria de pedagogía/creación/investigación, concibiendo la experiencia formativa y de investigación en la producción del hecho teatral. La compañía como una escuela de autoformación política-teatral frente a los dispositivos de dominación neoliberales.



-A partir de la relación dialéctica entre dominación colonial y emancipación que propone la obra ¿Cómo ven el contexto político actual en Latinoamérica?
¿Cómo creen ustedes que se construye NUESTRA  América Latina y NUESTRO Chile?

La respuesta a la primera pregunta tiene directa relación con lo que anuncias: en una “relación dialéctica entre dominación colonial y emancipación”. Ahora bien, está es una relación constitutiva no sólo de los pueblos Latinoamericanos. Más que nombrar una particularidad, podemos distinguir los nodos en los que se expresa la lucha Latinoamericana. Sin duda, uno de los importantes sigue siendo el problema de la soberanía, la autodeterminación de los pueblos y la recuperación de los recursos naturales, y con esto, el disfrute común de los bienes sociales arrasados por las políticas neoliberales: la ,salud, la educación, etc. Aunque sean puntos nodales de la lucha latinoamericana. cada pueblo las llevará a cabo según sus particularidades históricas, políticas y culturales. Lo importante es que estamos en un escenario histórico en el que las contradicciones (esa relación dialéctica que señalas), al parecer tenderían a agudizarse, y consecuentemente con esto, las resistencias y la emergencia de organizaciones, productores de mundo e imaginarios que buscan la emancipación tienden a diversificarse y expandirse. Debemos avanzar hacia la destrucción de los espacios dominantes y construir una Latinoamérica libre del capital extranjero y de las relaciones capitalistas. 
Construimos nuestra Latino América y Chile, desde la multitud anónima. La construimos imaginando y haciendo posibles todos los espacios que nos ayuden a producir un nuevo mundo. La construimos organizándonos. La construimos no desde la política de la representación, sino desde  la potencia constituyente.


                                    



Nuestra América (Bosquejos) es, sin duda, la realización consciente de un trabajo artístico-político que busca seguir tensando las relaciones antagónicas del territorio donde vivimos, se llame Chile, Latinoamérica o mundo. Es un trabajo sumamente sensible con la esperanza cierta de poder cambiar este orden hegemónico que domina todas las esferas de nuestra vida social. Un trabajo muy lúcido en su análisis político de nuestra Latinoamérica, teatralizando cómo el capitalismo se constituyó,  por el saqueo, genocidio y dominación de las coronas españolas y portuguesas, al comienzo, hasta desentrañar cómo se han impuesto los modelos neoliberales en nuestros paises.
“...no hemos perdido, ni ellos han ganado. No hemos perdido porque aún tenemos anhelos de libertad....” resuena este texto de la obra, en nuestras convicciones deseosas de un futuro mejor. Un futuro que no podemos sentarnos a esperar a que llegue, sino a construirlo hoy día. Me parece que esa es la invitación de este trabajo teatral: Construir el mundo donde queremos vivir, sin desligarnos de la responsabilidad que aquello significa, teniendo en cuenta cuantos han caído, pero también, teniendo en cuanta cuantos se han levantado y cuantos nos seguimos levantando por encontrar “...el común, que no es ni tuyo, ni mío, sino de todos...”


La obra se presentará en el teatro de la Universidad Mayor, desde el 4 hasta el 21 de Abril, ubicada en la calle Santo Domingo 711 (Metro Bellas Artes o Plaza de Armas). Los días jueves, viernes y sábado a las 21:00 hrs y los domingos a las 20:00 hrs. Las entradas tienen un valor 4000 pesos para la entrada general y de 2000 pesos para estudiantes, adultos mayores y convenios. Teléfono reservas 2 328 18 67.
La compañía está integrada por Patricia Artés, Martín Muñoz, Cristián Lagreze, Javiera Zeme, Álvaro López, Cecilia Acuña, Alejandro Miranda, Marcela Gueny, David González, Andrea Vera y Cristian Aravena.


Benjamín Prati, miembro de Todos Trabajando.