2013


DESDE EL ARTE Y LA CULTURA

TOD@S TRABAJANDO POR UNA


ASAMBLEA CONSTITUYENTE

NUEVA CONSTITUCIÓN

viernes, 24 de mayo de 2013


Ponencia de nuestro compañero Cristián Lagreze, integrante de Todos Trabajando, en la inauguración del Día del Teatro en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile.



Frente a la pregunta qué se celebra cuando se celebra el día del Teatro, sólo una respuesta se me viene a la cabeza, hay poco que celebrar.
Y esto porque después de la dictadura, y parto después de la dictadura pues esta desmanteló  la actividad artística y el acceso y la participación en expresiones de arte (hubo durante la Unidad Popular una intensa actividad artística, al menos eso es lo que se percibe en documentos históricos y audiovisuales).
Quiero aclarar que por participación me refiero a talleres, actividades artísticas en centros comunitarios, juntas de vecinos, etc. Y esto desde nuestra perspectiva (todos trabajando) es muy importante en cuanto al desarrollo cultural de la sociedad.
Decía, la dictadura desmanteló la actividad artística, el acceso y participación en expresiones de arte, así como desmanteló las redes de cooperación comunitaria, así como se ingresó la pasta base a las poblaciones, todo con el propósito de enajenar a las masas populares.
Entonces, aparece  la Concertación, la que durante el gobierno de Ricardo Lagos genera el primer documento de políticas culturales. De este documento he extraído un par de citas que nos pueden dar alguna idea de los objetivos que se trazó en cuanto al desarrollo de la actividad artística y cultural:

“Los cambios socio- económicos que están ocurriendo en el país, especialmente aquellos como el acelerado proceso de urbanización, el incremento de los niveles educativos, mayor disposición de tiempo libre y la esperable reducción del tiempo de trabajo son factores que potencian el desarrollo de las Industrias Culturales.


Los productos Culturales tienden a ubicarse dentro de las áreas de mayor crecimiento de la economía mundial, además se promueven intercambios para su producción, promoción y difusión a tal escala que lo convierte en el sector mas globalizado de la economía mundial”.

“El Estado no define qué tipo de cultura le conviene a la Sociedad, pero debe favorecer las condiciones que hacen posible tanto la libertad de los creadores como el libre albedrío de las audiencias a preferir y escoger entre diferentes bienes culturales”.


Latinoamérica es el contexto principal de nuestro diálogo cultural, por cuanto es parte privilegiada de construcción de nuestra identidad. Del mismo modo, cultivamos una relación particular con Europa y por cierto Norte América, con quienes compartimos valores de modernidad, de derechos humanos e individuales, de democracia, tolerancia religiosa y libertad de expresión”.


Resulta claro cual es el plan y en qué segmento de la sociedad se piensa cuando se piensa en acceso a la actividad artística, por lo demás en todo el documento poco o nada se habla de participación e, insisto,  para el desarrollo cultural de la comunidad la participación es fundamental.
Es decir, se  instala al teatro, como a todo, en la lógica de las relaciones capitalistas.
De hecho se opta por los fondos concursables para iniciar los financiamientos de creación e infraestructura. Y quién recomienda los fondos concursables para el desarrollo de la actividad y consumo de expresiones de arte: el FMI, que es el que dicta a los países en vías de desarrollo las directrices político económicas que deben aplicar los gobiernos de turno.
En la lógica capitalista el Estado se deshace de responsabilidades (desnacionalización, privatización de empresas estratégicas, salud, educación, fondos de pensiones, etc.)
A propósito de los posibles cierres de La Memoria y Teatro el Puente se ha discutido en diversos espacios la necesidad de que el Estado se haga cargo del desarrollo de la actividad artística en general y teatral en particular.
Aquí quiero desviarme un poco. Al inicio dije que no había mucho que celebrar, porque sí hay cosas que celebrar. Donde se cierran espacios se abren otros. Y pienso en la gran cantidad de espacios independientes, auto gestionados, que se abren con esfuerzo y convicción, pienso en espacios levantados por gente de teatro dentro y fuera del circuito teatral, en regiones, comunas y poblaciones, pienso en colectivos y compañías que acercan sus creaciones a la comunidad y que trabajan en talleres comunitarios, colegios y juntas de vecinos, que trabajan por el desarrollo cultural de la población, de las masas populares. Esto es importante, aunque nadie mande cartas al Mercurio, o a la Tercera o envíe declaraciones fogosas porque se cierre uno de estos espacios. Y claro, los que importan son los espacios legitimados dentro del imaginario del teatro burgués, ¿o no?
Retomando: mucho se ha hablado en las últimas semanas de  la necesidad de que el Estado se haga cargo del desarrollo de la actividad artística. No se puede pedir al  Estado lo que no puede o no quiere dar. Un Estado Neoliberal administra y subsidia. Nada más, éste es el rol que le otorga la Constitución.
Si el Estado no puede o no quiere hacerse cargo del desarrollo de la actividad artística, del acceso y la participación, el arte debe convertirse en un objeto de consumo y sobrevivir en el mercado.
El Estado subsidió a Centro Mori, a Teatro San Ginés y a la escuela del Teatro la Memoria. Los dos primeros sobrevivieron en la lógica del mercado, la Memoria no. Por qué debiera el Estado volver a subsidiarla. Es como pedir un crédito a CORFO, quebrar y volver a pedirle un crédito.
Si queremos que el Estado se haga cargo del desarrollo, acceso y participación en la actividad artística, debemos desmantelar la estructura política hegemónica. Sólo así se resuelve el problema de la educación, de la salud, del derecho al descanso, del desarrollo de la actividad artística, del desarrollo cultural de la ciudadanía, de nuestros derechos laborales (de hecho yo trabajé boleteando por más de ocho años en esta escuela, me echaron y no recibí ni un peso de indemnización), de nuestra previsión social, etc.
Reestructurar y democratizar el Estado y sus instituciones, renacionalizar los recursos naturales, desprivatizar empresas estratégicas es de primera necesidad, y para que esto sea posible un paso concreto a mediano plazo sería la redacción de una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente democrática y con participación popular.
El día que le doblemos la mano al poder político y económico e instalemos otro sistema de relaciones sociales, políticas y económicas en nuestro país, podremos, a nuestro entender, celebrar los trabajadores del arte y la cultura y toda la ciudadanía, el día del Teatro o de cualquier otra forma de expresión artística.



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