2013


DESDE EL ARTE Y LA CULTURA

TOD@S TRABAJANDO POR UNA


ASAMBLEA CONSTITUYENTE

NUEVA CONSTITUCIÓN

lunes, 8 de marzo de 2010

El poder de la naturaleza

En primer lugar quisiera dar un fuerte abrazo a todos quienes han sufrido de una u otra forma los efectos del terremoto y maremoto que han afectado a gran parte de nuestro territorio y a nuestra gente, y también a aquellos que no han sufrido daños pero se conmueven día a día con el sufrimiento de nuestros amigos, familiares y compañeros.

A pesar del dolor y la angustia que provocan los hechos que se han suscitado no podemos dejar de analizar políticamente esta situación.

Las fuerzas de la naturaleza son inevitables, está claro que el hecho de relacionarnos socialmente a partir de las premisas de un sistema económico y relacional basado en la fuerzas del mercado, el individualismo y en la disolución del Estado como institución rectora ha acentuado las consecuencias de la catástrofe.

En primer lugar quisiera referirme a asuntos estructurales. La fuerza depredadora de ciertos empresarios y sus contactos conspiradores dentro de la estructura administrativa no tiene límites. Construcciones que perpetuamente intentan abaratar costos de producción: reducción de cemento en las mezclas del concreto, economía en asuntos de construcción, falta de control de parte de las autoridades, tabiquería en vez de estructuras sólidas, deficiente instalación de cañerías, etc., constatan las prioridades de nuestro orden político: beneficiar siempre a la empresa privada a costa del sufrimiento del pueblo y la clase media.

Chile es un país sísmico y está claro que cada diez o veinte ha habido y habrá terremotos. No es lo mismo fiscalizar las construcciones en Suecia que en Chile. El sentido común indica prever, pero esta prevención no es posible si todo nuestro aparato institucional se construye sobre las bases del mercado. Los sistemas de control debería ser estrictísimos, pero esto no beneficia a la empresa privada, a las constructoras, a la empresas de seguros. Las concesionarias de nuestras carreteras construyeron éstas con el mínimo posible de costos, ahora se perciben las consecuencias, encima cobran peaje en tiempos de emergencia por viajes que tardan el doble o triple de lo habitual, caraduras!

El día después de la tragedia las constructoras y aseguradoras se declaran en quiebra. No existe un estado fuerte que pueda constitucionalmente poner las cosas en su lugar y que obligue a dichas empresas a reparar los daños que han causado. Todas la víctimas de la impertinencia de la empresa privada pasarán años en los tribunales y las víctimas de ésta tragedia tendrán que arreglárselas cada uno por su cuenta.

Dentro de los destrozos producto de las fuerzas de la naturaleza podemos contar a colegios y hospitales que, a pesar de nuestra circunstancia sísmica, no han sido renovados durante décadas. Un terremoto de amplias proporciones debía llegar para botar los viejos y raídos hospitales, cuando, considerando nuestra situación geográfica se debería haber hecho algún tiempo después del terremoto del 85 o en su defecto, en los años de la democracia. ¿Por qué no se hacen nuevos hospitales con normas antisísmicas vigentes? ¿Porque quién las hace? ¿El Estado subsidiario? ¿La Empresa privada?.

Hablemos ahora de los saqueos...

“Siembra y cosecharás”, y sí, estamos cosechando lo que sembramos. La delincuencia, el “lumpen y gran parte de la violencia organizada responden a un sistema injusto y excluyente que sólo genera odio y violencia. Este es el producto del sistema, y es tan lamentable como el sistema mismo.

Está bien que las Fuerzas Armadas se pongan de vez en cuando al servicio de los ciudadanos, pero nuevamente actúan de manera represiva, un toque de queda fue una medida que a todos nos recordó los años de la dictadura, es así como enfrentan la violencia que ellos mismos han sembrado, con violencia, porque un toque de queda es un acto de violencia.

Se ha desplegado una gran campaña de donación de dinero donde la empresa privada se ha “puesto” con el país. No pueden hacer otra cosa, si no se levantan las tres regiones más pobladas del país, c¿ómo vamos a consumir sus productos, endeudarnos en sus casas comerciales, pedir préstamos en sus bancos? ¿Por dónde van a circular sus mercancías? ¿Quién va a trabajar? La empresa privada está obligada a levantar Chile pues el Estado no tiene las atribuciones para hacerlo, está obligada a hacerlo para seguir depredando nuestros recursos, explotando a nuestros trabajadores, vendiendo Chile a las grandes transnacionales y defendiendo a través de ellas los intereses del Estado. No somos uno, no somos todos hermanos, ni somos todos iguales frente a la fuerza de la naturaleza.

Aprendamos la lección, reconstruyamos Chile nosotros mismos:

Asamblea Constituyente Nueva Constitución.

1 comentario:

  1. ESTE TERREMOTO DEJA CLARITO QUE ESTE PAÍS ESTÁ MAL HECHO, ENTERO MAL HECHO, SUS EDIFICIOS, SUS INSTITUCIONES Y EL SISTEMA.dEBAMOS REACCIONAR, NO SOLO COOPERAR SI NO TAMBIEN HACER ENTENDER A TODA NUESTRA GENTE QUE ESTA TRAGEDIA TAMBIEN TIENE QUE VER CON EL SISTEMA Y LA INDIFERENCIA DE LOS RICOS A PESAR DE TODAS SUS "ENORMES" DONACIONES.

    ResponderEliminar