El gobierno de Piñera le ha tocado administrar el agotamiento del modelo reaccionario capitalista “neoliberal”, impuesto a sangre y fuego por la dictadura militar fascista de Pinochet a partir del golpe de Estado de 1973, el que fue gestionado y desarrollado en su lógica reaccionaria, antipopular y antinacional por los sucesivos gobierno de la concertación (por 20 largos años), la misma concertación que hoy, en un acto repugnante, tratan de aprovechar para luego desnaturalizar las heroicas luchas populares que se desarrollan en Chile, particularmente la rebeldía y combatividad juvenil estudiantil.
La actual rebeldía y valiente lucha estudiantil levanta las justas banderas de “fin al lucro en la educación” y de una “educación estatal de calidad”, pero sin duda su combatividad parte de todas las demandas democráticas populares contra la dictadura fascista, que la concertación en cogobierno con la alianza de Piñera negaran: Asamblea Constituyente y nueva Constitución Política, junto a la renacionalización del cobre cruzan las demandas específicas, y los estudiantes las levantan con energía y resolución.
Piñera, a un año y medio de su gobierno, es el presidente peor evaluado de los últimos 20 años, sólo alcanza al 26% de aprobación, la alianza en el gobierno cae en 17 puntos a un 24%, y la concertación en cosmética “oposición” cae en 7 puntos a un 17%. La mayorías están cada vez más claras en su repudio a los dos bloques neoliberales, a la alianza en el gobierno y a la concertación, más apéndices en fraudulenta “oposición”.
El gobierno reacomodado después del reciente cambio ministerial, está en manos de los jóvenes de la “canalla dorada de Pinochet”, de los “chacarillas boys”, de los jóvenes nazis de ayer y de la figura repugnante del ministro del interior Rodrigo Hinzpeter , quien, como todo sionista, ha usado las formas represivas enseñadas por la criminal MOSSAD, del Estado fantoche israelí, ha bañado criminalmente con gas lacrimógeno, fabricado en Israel, a los manifestantes, a los estudiantes, incluso a los simples transeúntes que se encontraron con las manifestaciones estudiantiles.
En 12 ciudades grandes y también en medianas y pequeñas, la represión se instaló al menor indicio de concentración estudiantil, la Plaza Italia y la Alameda en Santiago han estado sitiada, con un cerco policial demencial y fascista, en Puerto Mont la acción represiva fue de una naturaleza propia del tiempo de Pinochet, en la Plaza Sotomayor de Valparaíso se hicieron presente militares con uniforme de combate, los cuales procedían a disuadir a los manifestantes, este grave hecho no sólo merece una explicación de Piñera y de Hinzpeter, sino que los retratan de cuerpo entero y demuestra el miedo parido que sienten por las masas movilizadas.
Cerca de un millar de detenidos, muchos de ellos golpeados y tratados groseramente, es el resultado hasta este momento de la represión policial. ¡Los 21 puntos con los cuales el gobierno pretendió parar la movilización estudiantil están en el basurero!. Las marchas, las tomas y las barricadas están hablando, son la voz del pueblo.
La lucha continúa, el martes 9 de agosto, con todo al PARO NACIONAL ESTUDIANTIL y a la PROTESTA POPULAR desde el territorio, y el 24 y 25 de agosto al PARO NACIONAL convocado por la CUT, hay que convertirlo en un PARO GENERAL de trabajadores y estudiantes.
¡Viva la lucha valiente y resuelta de los estudiantes!
¡A generalizar el combate y la protesta popular!
¡A desfondar el gobierno reaccionario y patronal!
¡Impongamos la Asamblea Constituyente y una nueva Constitución, Democrática y Popular!
Eduardo Artés Primer secretario
PC(AP)
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