2013


DESDE EL ARTE Y LA CULTURA

TOD@S TRABAJANDO POR UNA


ASAMBLEA CONSTITUYENTE

NUEVA CONSTITUCIÓN

miércoles, 29 de junio de 2011

A propósito de las últimas movilizaciones.

En el último tiempo se ha percibido en el país una explosión de descontento canalizado en sucesivas manifestaciones, pequeñas como la invitación a la evasión en el transantiago y a la demanda de un sistema de transportes público y digno hasta las masivas como las protestas por la aprobación del proyecto Idro Aisén o las de estudiantes demandando la modificación de nuestras políticas en educación. Es evidente que el ascenso al poder por parte de la Derecha tradicional ha encendido los ánimos y ha izquierdizado el discurso y accionar de distintos sectores de nuestra sociedad, aplaudimos estos impulsos ciudadanos, pero consideramos que es necesario analizar este proceso y evaluar la participación de los distintos actores que se agrupan en estas movilizaciones. No debemos dejar de mencionar en primer lugar la oportunista participación de líderes de la Concertación en estas movilizaciones ciudadanas. La derecha tradicional no se equivoca al acusar de “caraduras” a aquellos concertacionistas que con tanta vehemencia se pronuncian contra la construcción de Idro Aysén cuando durante 18 años de gobierno permitieron la instalación de varias centrales termoeléctricas a lo largo de todo el país, y aún más, no tuvieron en ningún momento la intención de aplicar reformas constitucionales que regularan la depredación de nuestros recursos naturales o energéticos por los grandes grupos de poder económico nacionales y transnacionales o reformas contra la mercantilización definitiva del acceso a la educación, actitud frente a la cual se alzó la llamada generación pingüina durante el gobierno de Bachelette. Ellos reprimieron y desviaron aquel movimiento estudiantil, y hoy se presentan defendiendo las mismas banderas de aquella generación de estudiantes. No debemos olvidar ni dejar de considerar que el gobierno de Piñera no hace más que perfeccionar y dar continuidad a un proyecto de país surgido en el seno de la dictadura militar y perpetuado por los gobiernos de la Concertación a través de sus políticas neoliberales y a través de la validación de una Constitución pensada y llevada a cabo por sus actuales “enemigos” de la Alianza por Chile. Este gobierno no ha desviado el proyecto de la Concertación, lo modifica según sus propios intereses y así lo haría también la Concertación si estuviera otra vez en el poder. Tampoco debemos olvidar que los neoliberales de la Concertación tienen hoy un aliado, un socio electoral, un amigo estratégico que pretende encabezar las movilizaciones y las demandas ciudadanas. No son ellos los que conducirán el descontento popular hacia un cambio real y significativo, no son ellos los verdaderos opositores a un sistema injusto e inhumano, son más bien los representantes de una burocracia añeja y reaccionaria, son los “socios” de la concertación y sus políticas neoliberales dispuestos a catalizar y neutralizar los deseos ciudadanos de un cambio profundo en nuestra sociedad. Hoy están presentes, ayer los echamos de menos denunciando la real causa de la experiencia vivida el año pasado por los mineros, los echamos de menos denunciando las irregularidades y miserias del Transantiago, los echamos de menos denunciando el proceso de reconstrucción pos terremoto; de sus representantes en la cámara, nada. Hoy, oportunistas, los vemos codeando el primer lugar en las marchas, ganando conciencias, ganando votos para el próximo gobierno de la Concertación. Creemos que son importantes la enorme cantidad de contradicciones que ha despertado la presencia de la derecha tradicional en el poder político, pero estamos convencidos de que no es una vuelta atrás lo que permitirá construir en el futuro el Chile que esperamos. Hay que asumir nuevos desafíos, y entre ellos nos parece que el primordial, el que permitirá verdaderas modificaciones en nuestro sistema de relaciones políticas y sociales, es un cambio rotundo y categórico de nuestra carta constitucional a través de la movilización popular fuera de los márgenes de las cámaras binominales, a través de una Asamblea Constituyente. La actual coyuntura nacional genera condiciones propicias para masificar la exigencia de un cambio de constitución y es en esa tarea en la que nos hemos embarcado. Algunos de nuestros integrantes han tenido la posibilidad de asistir a mesas y charlas tanto en espacios de formación secundaria y universitaria para discutir y exponer la realidad actual de nuestra Constitución y las posibilidades que entregaría al país la elaboración de una nueva a partir de la participación ciudadana y popular. Es hora de dar un nuevo y mayor impulso a la misión que nos propusimos hace ya algún tiempo y los invitamos a participar enviando información o comentarios a nuestro blog y a difundir entre vuestros pares la trascendencia de un cambio de Constitución. Pedro V.

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