2013


DESDE EL ARTE Y LA CULTURA

TOD@S TRABAJANDO POR UNA


ASAMBLEA CONSTITUYENTE

NUEVA CONSTITUCIÓN

martes, 19 de mayo de 2009

HACIA UN TEATRO INVISIBLE


EL TEATRO DEBE SER REAL EN SU MATERIA, PERO DEBE EJERCER UN ACTO INVISIBLE, A PESAR DE QUE LE VEAMOS NO DEBIÉRAMOS VERLE A ÉL. DEBE SER UNA ACCIÓN INVISIBLE DE LA VIDA ALTAMENTE LÚCIDA Y POLÍTICA.


No debiéramos ir al teatro para ver al TEATRO. El teatro no es más que una operación otra sobre la realidad, pero no es realidad más que en tanto ocurre en ella como una operación más de la vida. No debiéramos salvaguardar lo que el teatro es (en su forma) sino más bien lo que éste genera (significa). El teatro como un elemento político no oficial, autónomo, perteneciente a la sociedad, a sus deseos, a sus sueños, a su intención profunda de hacer Justicia.

“… Aquellos que gobiernan no saben qué es una persona
Y los gobernados no saben cómo debería ser un gobierno
En lugar de eso los malvados hacen el mal y como no hay justicia los buenos también deben hacer el mal
¿De qué otra manera pueden gobernar la prisión en la que viven?
Caminé por las calles y me enfurecí
Quería que las piedras del cementerio militar lloraran por los muertos que tenían debajo
Quería que el cráneo soñara con la justicia
Y entoces recordé la cometa de hierro que vuela en la mente del niño
Y ví el roce antiguo, su pelo blanco tan ligero como un gorrión haciendo su nido en el lado del iceberg
Así que a los veinte años escribí una obra de teatro
La ley de las obras debe ser causa y utilidad
Para romper la necesidad y mostrar cómo puede haber justicia
Como todos aquellos que vivieron en la mitad de este siglo o los que nacieron después
Soy un ciudadano de Auschwitz y un ciudadano de Hiroshima
Del lugar donde el mal hizo el mal y el lugar donde los buenos hicieron el mal
Hasta que haya justicia no hay otros lugares en la tierra: sólo hay esos dos lugares
Pero también soy un ciudadano del mundo justo que queda por hacer.”
“A Writer’s Story”, Edward Bond.

El teatro refleja lo cotidiano de forma distante y descristalizada, jamás sublimada, pero sí alejada de la realidad a través de la poética del arte: donde la calle se verá sin ser nunca una calle, donde una sala de clases se verá sin ser nunca una sala de clases, donde las palabras expresarán aquello que dicen y aquello que no dicen también, donde el cuerpo evocará imágenes que trascienden el escenario y que nos impulsarán hacia la otra realidad, la que está fuera de la sala de teatro, la que creemos más real y que sólo podemos atestiguar con nuestra experiencia.
Todo esto que he nombrado habla respecto a la acción del teatro: un acto demasiado complejo y delicado, que se debe resguardar, pero nunca más allá que la Vida misma. No debemos ir al teatro a ver al teatro sino más bien a ver la vida: a su sociedad, a uno mismo en ella. El teatro no debe soñarse a sí mismo; es la vida de los hombres que sueñan lo que hace que exista el teatro. El teatro es lo que la vida es en su tiempo y nos otorga la posibilidad metafísica y política de ver lo que tampoco la vida es en su tiempo, sino que aquello que podría ser, lo que está por construirse.
Por último, decir que esta acción invisible debe atravesar al teatro e instalarse en el hogar, en el deseo de aquellos que quieran expresar-se contra un medio que no soporta más discursos que el propio hegemonizante: el capital. El teatro es mayor resistencia si comprende un hecho de todos en su participación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario