2013
DESDE EL ARTE Y LA CULTURA
TOD@S TRABAJANDO POR UNA
ASAMBLEA CONSTITUYENTE
NUEVA CONSTITUCIÓN
jueves, 14 de noviembre de 2013
martes, 5 de noviembre de 2013
domingo, 20 de octubre de 2013
MUERTES INVISIBLES, MEMORIAL PRESENTE
Muertes
Invisibles:
Memorial para el Presente.
Texto
Inaugural
A 40 años del golpe militar fascista, sin duda, no podemos
olvidar ni perdonar los asesinatos, secuestros, torturas y desapariciones que
se vivieron en nuestro país entre 1973 y 1990.
Pero no es sólo esta la herencia que nos dejó Pinochet y la
derecha tradicional. El destino de Chile fue trazado a través de una
Constitución antidemocrática, aprobada a través de un fraudulento plebiscito
organizado por la dictadura militar en 1980 y reafirmada por la Concertación,
condenando a nuestros pueblos a padecer toda la violencia de un modelo
económico inhumano. Las relaciones laborales, la educación, la previsión, la
salud y todos bienes y derechos comunes fueron arrojados a los avatares del
mercado, a los caprichos de la dictadura del capital. Una vez más nuestras elites nacionales y sus fuerzas armadas
regalaron a los grandes empresarios nacionales y trasnacionales nuestros recursos
naturales, nuestros servicios públicos, nuestra banca, en fin, un país
entregado al lucro inescrupuloso de unos pocos a costa del despojo y abandono de los más: de los
trabajadores, los pueblos
originarios, los campesinos, los jóvenes, los enfermos, los ancianos.
Frente a tanta injusticia y descaro, inevitablemente surge la
revuelta…
El país entero ha sido testigo de cómo los pueblos se organizan
y se agigantan en la defensa de sus derechos: el pueblo mapuche, los estudiantes
secundarios y universitarios, los habitantes de Aysén y Freirina, los
pescadores frente a la Ley de Pesca son ejemplos, entre muchos otros, del
creciente descontento y organización popular en contra de un modelo económico y
político impuesto a sangre y fuego. La lucha crece en los centros de alumnos,
los sindicatos, las poblaciones, en los pueblos y regiones.
Y esa lucha tiene también sus muertos…
La lógica de la violencia en las políticas de Estado en defensa
de los intereses empresariales nacionales y trasnacionales continúa. Aylwin, Frei,
Lagos, Bachelette y Piñera han defendido
la democracia neoliberal mediante una fuerte represión y persecución policial a
todos los que se levantan resistentes a un sistema que imposibilita la vida. Allanamientos, abusos, detenciones y asesinatos
defienden el proyecto neoliberal impuesto por el dictador
He aquí un pequeño homenaje, a los caídos y caídas entre 1990 y
2013.
Por
ellos y ellas: ni perdón ni olvido.
“Un
Estado que se dice democrático, un gobierno que se dice democrático no puede
estar torturando … Bachelette está torturando igual
que en dictadura… “
Matías
Catrileo.
Muertes Invisibles, Memorial Presente
Durante las conmemoraciones de los 40 años del
golpe militar TODOS TRABAJANDO se hizo presente con el memorial Muertes invisibles, memorial presente, dedicado
a los asesinados por razones políticas durante los gobiernos de la Concertación
y la Nueva Mayoría. Durante los días previos al 11 de Septiembre y ese mismo
día, estuvimos en distintos puntos de la ciudad y fueron muchas las personas
que se animaron a participar. Continuaremos presentando este memorial durante
lo que queda del año y esperamos cooperar así para que en Chile de verdad no
haya ni perdón ni olvido.
La violencia instalada como lógica de contención social
impuesta por la Dictadura opera hasta el día de hoy, la violencia de Estado no
es un asunto del pasado y quienes se declaran (con o sin razón) a viva voz como
víctimas de la opresión impuesta desde 1973, se han convertido también en
cómplices y verdugos durante los últimos 25 años en la defensa de los intereses
de los grandes grupos económicos nacionales y trasnacionales.
A cuarenta años del golpe
Este año se conmemoran los
cuarenta años del Golpe militar de 1973, uno de los sucesos más sangrientos de
nuestra historia presente y momento clave para el desarrollo del capitalismo en
Chile. El golpe fascista no sólo terminó con el gobierno de Salvador allende y
la Unidad Popular, también puso fin, a sangre y fuego, al movimiento popular
iniciado a comienzos del siglo XX y que llevaría al gobierno, tras décadas de
lucha, muerte y organización, a un presidente de los trabajadores. La dictadura
de Pinochet y de la derecha tradicional hizo todos los esfuerzos por acabar de
raíz la más mínima señal de organización popular; a través de la tortura, la
persecución y el amedrentamiento constante, la introducción de la pasta base y
una larga lista de etcéteras, los ideólogos de la dictadura fascista redujeron
a cenizas el trabajo de casi un siglo de organización amparados en el aparato legal que les da la Constitución Fascista del 80.
Sin embargo, y a pesar de los
gobiernos y de las políticas atomizadoras de la
Concertación, en los últimos años ha comenzado a generarse un fuerte movimiento
social como hacía décadas no presenciábamos. Las movilizaciones
estudiantiles, Aysén y Freirina
son ejemplos de este fenómeno que logra cada día mas amplitud y simpatía
popular. Consignas como nacionalización del cobre, gratuidad en la educación o
cambio de Constitución a través de una Asamblea Constituyente dan cuenta de un
avance en el nivel de conciencia de las masas populares y de la politización de
gran parte de la ciudadanía.
Es en medio de este escenario
que llega el momento de conmemorar los cuarenta años del golpe. Al observar
cómo la Alianza por Chile y la Nueva Mayoría, ex Concertación, llegan a
acuerdos para consensuar una misma idea frente a un hecho histórico del que
muchos de ellos participaron como evidentes adversarios, no podemos sino
constatar que desde la vuelta a la
“democracia” ambos bloques neo liberales se han coludido descaradamente para
imponer a cualquier precio un modelo que sólo genera injusticia y violencia,
que enriquece a los grandes empresarios nacionales y a los grandes
conglomerados económicos trasnacionales.
Todos reconocen lo
inapropiado del golpe militar y lamentan sus trágicas consecuencias, todos
llaman al perdón, la reconciliación, al concenso y la unión de los chilenos, unos más unos menos reclaman por justicia y castigo.
Pero hay algo más en lo que
todos coinciden: en que el golpe de Estado no se hubiera producido si el
gobierno de la Unidad Popular hubiese podido contener a los grupos extremos que
estaban dispuestos a pasar por encima de la constitucionalidad imperante.
Incluso el Partido Comunista, actual aliado de la Nueva Mayoría, ha expresado a
través de su presidente, que en ningún instante ellos habían, a diferencia de
otros, intentado romper los márgenes de la legalidad, y para que hablar del
“socialista” Escalona, quien en un acto de patetismo propio de los títeres y
rastreros, pidió perdón al país, a la historia, por haber dejado que la
coyuntura política y social para un golpe de Estado tomara forma.
En todos lados desde
programas de televisión, miniseries, obras de teatro, discursos políticos y
declaraciones públicas se expone la imperiosa necesidad de evitar cualquier experiencia política
y social que pueda compararse con el desorden, contradicciones y
enfrentamientos inevitables en un momento histórico como ese, en el cual las
fuerzas populares enfrentaban la posibilidad concreta de tomar el poder desde
una perspectiva revolucionaria.
Toda esta estrategia
comunicacional tiene, a nuestro criterio, directa relación con el resurgimiento
de los movimientos sociales y las demandas que se instalan cada vez más en el
imaginario de los chilenos, tiene directa relación con el movimiento
estudiantil, con las demandas de una nueva constitución y la articulación de un
futuro poder constituyente.
Es el esfuerzo desesperado de
los bloques neoliberales, sus aliados y sus díscolos por mantener el orden
social, por mantener la paz social, por mantener sus privilegios, cuidar los
intereses de grandes empresas, recibir enormes “donaciones” para sus campañas
presidenciales, aumentar las ganancias de sus propias empresas, en fin, el
esfuerzo desesperado por perpetuar el actual orden de cosas, con las
desastrosas consecuencias que esto acarrea para millones de chilenas y
chilenos.
Es enorme lo que está en
juego, es por ello que no se ha trepidado al momento de defender los intereses
del capital. Más de ochenta muertos políticos, asesinados en los años de
nuestra ansiada democracia. Más de ochenta asesinados. Esa es la cifra terrible
que oscurece los últimos años de
la historia de nuestro país.
jueves, 20 de junio de 2013
jueves, 13 de junio de 2013
A propósito de las elecciones: votar o no votar.
Estamos a unos
cuantos meses de las elecciones presidenciales y parlamentarias y el panorama
político se vuelve muy interesante. Al evidente rechazo ciudadano a la gestión
de la Alianza por Chile, encabezada por Sebastián Piñera, se suma la sensación de una baja de
popularidad de la pre candidata Michelle Bachelette producto del descrédito y
la desconfianza que genera en la ciudadanía, y el surgimiento de pre candidatos
que intentan canalizar las demandas instaladas en el imaginario nacional por el “movimiento social” que se viene
gestando hace ya algunos años. A todo esto debemos agregar que el enorme
porcentaje de abstención en las últimas elecciones municipales, puso en evidencia el colapso en la
representatividad de las coaliciones políticas instaladas en el poder bajo el
sistema binominal, coaliciones que han trabajado durante todos estos años para
mantener a cualquier precio un modelo económico que beneficia a los grandes
poderes económicos nacionales y transnacionales, dejando a su suerte a millones
de chilenos y chilenas que cada día deben sufrir los embates de una economía neoliberal descarnada.
Demandas como gratuidad en la educación,
nacionalización de los recursos naturales, re nacionalización de los servicios
públicos o nacionalización de la Banca, han sido asumidas por un amplio número
de ciudadanas y ciudadanos, obligando a instalar estas y otras demandas en la
agenda y en la discusión política nacional, incluyendo la urgente necesidad de
cambiar la Constitución, redactada por la dictadura de Pinochet y reafirmada
por la Concertación bajo el gobierno de Ricardo Lagos, a través de una Asamblea
Constituyente democrática y popular.
No podemos dejar de
mencionar que así como crece el movimiento social y profundiza sus demandas,
crece también la represión policial, los secuestros, abusos sexuales, balas
locas, allanamientos, montajes y el incremento de inversión en tecnología
represiva dispuesta por el Ministerio del Interior, lo que da cuenta del temor
del poder institucional y de su reacción frente a un movimiento que comienza a
desestabilizar el orden político y económico imperante y que se instala como un
protagonista de este momento de nuestra historia, marcado por la crisis de un
sistema de relaciones sociales, económicas y políticas cuyos cimientos
comienzan a socavarse.
Es este movimiento
y su protagonismo histórico el que
ha generado las condiciones para el surgimiento de pre candidaturas independientes como, por ejemplo, las
de Roxana Miranda o Marcel Claude, quienes se presentan para un amplio número
de personas como una posibilidad concreta hacia la cual dirigir sus votos, pues
han asumido en sus discursos, justamente, las demandas del movimiento social,
incluida la de un cambio de Constitución a través de una Asamblea
Constituyente.
Paralelamente un
grupo de partidos y organizaciones sociales llaman a no participar de las
elecciones a través de la abstención o bien a participar anulando o dejando en
blanco el voto, como una forma de dar cuenta del mínimo margen de
representación ciudadana que las elecciones constituyen bajo el modelo actual,
llamando a unificar esfuerzos en pro de desestabilizar, a través de la protesta
popular, una institucionalidad que no da espacios de participación y representación
real a los pueblos de Chile.
Sin duda se
comprende el entusiasmo que han despertado las precandidaturas alternativas a
la Alianza por Chile, a la Concertación, sus aliados y sus díscolos.
Después de estos años resulta evidente, y no sólo a nivel local, que el modelo
capitalista neoliberal hace aguas en todas las esferas de la convivencia
social, las naciones del mundo reclaman cambios profundos en sus instituciones
y para quienes creen aun en nuestro modelo “democrático” y desean un cambio en
nuestro sistema de relaciones, una candidatura que asuma esta realidad y
proponga una salida concreta a través de reformas profundas es para muchos una
posibilidad para entregar el voto.
Sin embargo en
Tod@s Trabajando estamos convencidos
de que la alternativa correcta es la desestabilización del sistema
electoral y del modelo neoliberal, la suspensión de las relaciones
capitalistas, la desestabilización
de todo el aparataje institucional,
la puesta en evidencia de la falta de representatividad no sólo del
sistema binominal, sino de la lógica democrática burguesa, para lo cual
llamamos, junto a otras organizaciones y partidos políticos a no participar del
proceso electoral, a la ABSTENCIÓN, o en su defecto al voto en blanco o la
anulación, así como a la puesta en evidencia de nuestra disidencia a través de
la movilización y una participación activa en la coyuntura política nacional.
Tod@s Trabajando considera que lo
importante en este momento de nuestra historia es dar continuidad al Movimiento
Social, sea cual sea la opción, votar o no votar, debemos continuar la lucha,
la movilización y la revuelta popular. No consideramos opciones totalmente opuestas el votar
por las candidaturas alternativas a la Alianza por Chile, la Concertación, sus
díscolos y sus cómplices electorales y el llamado a abstención, voto nulo o
blanco; después de las elecciones, que es
posible serán ganadas por los candidatos de la institucionalidad
legitimada por una Constitución impuesta a sangre y fuego, somos tod@s nosotr@s, votantes y no votantes,
decididos a la realización de cambios profundos en nuestra sociedad, los que
deberemos continuar la batalla. Consideramos que es indispensable que la
verdadera izquierda de nuestro país aúne criterios, postergue divergencias y se vuelque a las calles a
manifestar unida nuestro descontento y nuestro deseo de vivir en el Chile que
nosotras y nosotros queremos.
Ni Alianza, ni
Concertación, ni traidores, ni díscolos: la verdadera izquierda unida por una
Asamblea Constituyente democrática y popular, Nueva Constitución.
Tod@s Trabajando.
viernes, 24 de mayo de 2013
Ponencia de nuestro compañero Cristián Lagreze, integrante de Todos Trabajando, en la inauguración del Día del Teatro en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile.
Frente a la pregunta qué se celebra cuando se
celebra el día del Teatro, sólo una respuesta se me viene a la cabeza, hay poco
que celebrar.
Y esto porque después de la dictadura, y parto
después de la dictadura pues esta desmanteló
la actividad artística y el acceso y la participación en expresiones de
arte (hubo durante la Unidad Popular una intensa actividad artística, al menos
eso es lo que se percibe en documentos históricos y audiovisuales).
Quiero aclarar que por participación me
refiero a talleres, actividades artísticas en centros comunitarios, juntas de
vecinos, etc. Y esto desde nuestra perspectiva (todos trabajando) es muy
importante en cuanto al desarrollo cultural de la sociedad.
Decía, la dictadura desmanteló la actividad
artística, el acceso y participación en expresiones de arte, así como
desmanteló las redes de cooperación comunitaria, así como se ingresó la pasta
base a las poblaciones, todo con el propósito de enajenar a las masas
populares.
Entonces, aparece la Concertación, la que durante el gobierno
de Ricardo Lagos genera el primer documento de políticas culturales. De este
documento he extraído un par de citas que nos pueden dar alguna idea de los
objetivos que se trazó en cuanto al desarrollo de la actividad artística y
cultural:
“Los cambios socio- económicos que están ocurriendo en el país,
especialmente aquellos como el acelerado proceso de urbanización, el incremento
de los niveles educativos, mayor disposición de tiempo libre y la esperable
reducción del tiempo de trabajo son factores que potencian el desarrollo de las
Industrias Culturales.
Los productos
Culturales tienden a ubicarse dentro de las áreas de mayor crecimiento de la
economía mundial, además se promueven intercambios para su producción,
promoción y difusión a tal escala que lo convierte en el sector mas globalizado
de la economía mundial”.
“El Estado no define qué tipo de cultura le conviene a la Sociedad, pero
debe favorecer las condiciones que hacen posible tanto la libertad de los
creadores como el libre albedrío de las audiencias a preferir y escoger entre
diferentes bienes culturales”.
Latinoamérica es
el contexto principal de nuestro diálogo cultural, por cuanto es parte
privilegiada de construcción de nuestra identidad. Del mismo modo, cultivamos
una relación particular con Europa y por cierto Norte América, con quienes
compartimos valores de modernidad, de derechos humanos e individuales, de
democracia, tolerancia religiosa y libertad de expresión”.
Resulta
claro cual es el plan y en qué segmento de la sociedad se piensa cuando se
piensa en acceso a la actividad artística, por lo demás en todo el documento poco
o nada se habla de participación e, insisto,
para el desarrollo cultural de la comunidad la participación es
fundamental.
Es
decir, se instala al teatro, como a
todo, en la lógica de las relaciones capitalistas.
De
hecho se opta por los fondos concursables para iniciar los financiamientos de
creación e infraestructura. Y quién recomienda los fondos concursables para el
desarrollo de la actividad y consumo de expresiones de arte: el FMI, que es el
que dicta a los países en vías de desarrollo las directrices político
económicas que deben aplicar los gobiernos de turno.
En la
lógica capitalista el Estado se deshace de responsabilidades
(desnacionalización, privatización de empresas estratégicas, salud, educación,
fondos de pensiones, etc.)
A
propósito de los posibles cierres de La Memoria y Teatro el Puente se ha
discutido en diversos espacios la necesidad de que el Estado se haga cargo del
desarrollo de la actividad artística en general y teatral en particular.
Aquí
quiero desviarme un poco. Al inicio dije que no había mucho que celebrar,
porque sí hay cosas que celebrar. Donde se cierran espacios se abren otros. Y
pienso en la gran cantidad de espacios independientes, auto gestionados, que se
abren con esfuerzo y convicción, pienso en espacios levantados por gente de
teatro dentro y fuera del circuito teatral, en regiones, comunas y poblaciones,
pienso en colectivos y compañías que acercan sus creaciones a la comunidad y
que trabajan en talleres comunitarios, colegios y juntas de vecinos, que
trabajan por el desarrollo cultural de la población, de las masas populares.
Esto es importante, aunque nadie mande cartas al Mercurio, o a la Tercera o
envíe declaraciones fogosas porque se cierre uno de estos espacios. Y claro,
los que importan son los espacios legitimados dentro del imaginario del teatro
burgués, ¿o no?
Retomando:
mucho se ha hablado en las últimas semanas de la necesidad de que el Estado se haga cargo
del desarrollo de la actividad artística. No se puede pedir al Estado lo que no puede o no quiere dar. Un
Estado Neoliberal administra y subsidia. Nada más, éste es el rol que le otorga
la Constitución.
Si el
Estado no puede o no quiere hacerse cargo del desarrollo de la actividad
artística, del acceso y la participación, el arte debe convertirse en un objeto
de consumo y sobrevivir en el mercado.
El
Estado subsidió a Centro Mori, a Teatro San Ginés y a la escuela del Teatro la
Memoria. Los dos primeros sobrevivieron en la lógica del mercado, la Memoria
no. Por qué debiera el Estado volver a subsidiarla. Es como pedir un crédito
a CORFO, quebrar y volver a pedirle un crédito.
Si
queremos que el Estado se haga cargo del desarrollo, acceso y participación en
la actividad artística, debemos desmantelar la estructura política hegemónica.
Sólo así se resuelve el problema de la educación, de la salud, del derecho al
descanso, del desarrollo de la actividad artística, del desarrollo cultural de
la ciudadanía, de nuestros derechos laborales (de hecho yo trabajé boleteando
por más de ocho años en esta escuela, me echaron y no recibí ni un peso de
indemnización), de nuestra previsión social, etc.
Reestructurar
y democratizar el Estado y sus instituciones, renacionalizar los recursos
naturales, desprivatizar empresas estratégicas es de primera necesidad, y para
que esto sea posible un paso concreto a mediano plazo sería la redacción de una
nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente democrática y con
participación popular.
El día
que le doblemos la mano al poder político y económico e instalemos otro sistema
de relaciones sociales, políticas y económicas en nuestro país, podremos, a
nuestro entender, celebrar los trabajadores del arte y la cultura y toda la
ciudadanía, el día del Teatro o de cualquier otra forma de expresión artística.
jueves, 9 de mayo de 2013
Todos Trabajando y Teatro Público en el Acto de la Dignidad Obrera.
El domingo 28 de Abril se llevó a cabo el Acto
de la dignidad Obrera, el que convocaba a trabajadoras y trabajadores para
repudiar el acto organizado por la dirigencia de la CUT para el 1 de Mayo.
Representantes de organizaciones y sindicatos
disidentes de la Central Unitaria de Trabajadores (ex Central Única de
Trabajadores) se hicieron presentes con discursos alusivos a la situación
paupérrima en que nos encontramos los y las trabajadores en Chile, víctimas de
un modelo económico injusto y de una Constitución redactada durante la
dictadura de Pinochet y avalada por la
Concertación durante el gobierno de Ricardo Lagos.
Todos Trabajando se hizo también presente, así
como Teatro Público con la presentación de su última puesta en escena Nuestra
América (bosquejos)
Desde aquí un saludo fraterno a todas y todos
los trabajadores, a todas y todos los dirigentes honestos y comprometidos con
la lucha sindical de clase y con la construcción de una sociedad justa y
democrática.
Agradecemos la invitación que se nos extendió
y nos comprometemos a no claudicar en la lucha contra el sistema opresor.
Acá les dejamos el texto leído en el acto:
“Cuando terminaba el
siglo XIX, 5 trabajadores anarquistas de Chicago eran asesinados por el Estado
Yanqui por luchar por la legitimización de 8 (largas) horas de trabajo. Más de
100 años después, en Chile, asesinan al compañero Juan Pablo Jiménez por luchar
contra el subcontrato, las horas extras, rechazar la flexibilidad laboral,
incentivar a la organización obrera de clase y las luchas internas propias del sindicato de Azeta, el cual
presidía. Sin duda, a este asesinato, se le debiese sumar los miles de trabajadores
asesinados por la patronal a causa de la irresponsable, miserable y criminal
desprotección laboral ¿Qué ha Pasado con la Lucha obrera en estos años en
nuestro país? ¿Qué ha pasado con las grandes Centrales sindicales? Parece que
hay algunos que apellidan Martínez o Figueroa que se dicen “socialista o
Comunistas”, que se han apernado en una clase dirigencial mafiosa,
que han reproducido las mismas prácticas
fraudulentas de la clase política, y en nada representan los intereses de la
clase trabajadora. Estos dirigentes de la CUT han trabajado por las migajas que
caen de los bolsillos de los dueños de este país, y de esta manera, solo se han
encargado de continuar el proyecto Neoliberal que fundó Jaime Guzmán y
continuaron sus hijos de la concertación y la alianza.
La necesidad urgente de organizarnos como
clase, como trabajadores, como pueblo, no puede esperar más. Solo unidos,
encontrándonos entre nosotros y distinguiéndonos de ellos, podremos avanzar hacia la recuperación de lo
que por derecho es nuestro. De nuestro trabajo, de nuestra gente, de nuestro
cobre, de nuestra agua, de nuestra educación, de nuestra salud, de nuestras
casas, de nuestras vidas.
Compañeros y compañeras.
Todos trabajando,
colectivo integrado por trabajadores del arte, estamos profundamente
agradecidos con todas las agrupaciones convocantes. Debemos generar todas las
instancias posibles que generen encuentros: actos, asambleas, manifestaciones,
etc. Creemos que debemos avanzar hacia una gran Asamblea Constituyente de los Pueblos
de Chile, que provenga del movimiento social y político, que nos permita
suspender esta institucionalidad (y no recurrir a una A.C. via 4° Urna, como
algunos proponen) y recuperar lo que nos pertenece, pensando que el camino
continúa hasta la abolición de las relaciones capitalistas, hasta el fin de la
lucha de clases. Arriba los que luchan. Por la horizontal recuperación de todo,
porque todo es de todas y de todos”
Todos Trabajando.
jueves, 25 de abril de 2013
NUESTRA AMERICA (bosquejos) en el Acto por la Dignidad Obrera
Los invitamos a todos a participar de este acto
se presentará Nuestra América (bosquejos) y
habrá musica y poesía...
LOS ESPERAMOS.... !!!!!
viernes, 19 de abril de 2013
Entrevista a Patricia Artés, directora de Teatro Público
“Debemos
fisurar el teatro hegemónico y legitimado, siempre entendiendo que nuestro
lugar natural (el del teatro político), puesto que pertenece a él y de ahí
emerge, es el movimiento social y político”.
Patricia nos comparte su visión del teatro
político y su estado actual en nuestro país; también define algunos conceptos
del propio hacer con Teatro Público y reflexionamos en torno a nuestra realidad
Chilena y Latinoamericana.
Chile pasa por un
proceso de agudización de la lucha de antagonismos políticos. Vemos como los
estudiantes se han posicionado en
las calles nuevamente, cada vez hay más huelgas de los trabajadores, (hace poco el dirigente
sindical Juan Pablo Jiménez, presidente del sindicato de Azeta fue asesinado de
un disparo en la cabeza), vemos pobladores tomándose terrenos, el pueblo
mapuche en su interminable lucha para lograr, por fin, su independencia, las
regiones alzándose contra el centralismo productivo y social, etc. Vemos que
poco a poco la indignación, que durante muchos años fue acallada, hoy vuelve a
despertar. Pienso en la historia del teatro político y social, en cómo el arte ha
sido parte de los movimientos sociales con su hacer como método de propaganda,
protesta o politización, cuando el teatro y el arte en general, han tomado
posición frente a su contexto socio-político, tanto en sus contenidos
artísticos, como en sus modos de producción. Entonces, pensé en Luis Emilio Recabarren con el Teatro Obrero a principio del
siglo pasado, en Isidora Aguirre y Egon Wolf a mediados de siglo, en Juan
Radrigán en dictadura, y así seguramente muchos autores y colectivos que
abrieron espacios de resistencia con el teatro. Creo que Teatro Público viene a
continuar este listado de trabajadores del arte que luchan para construir un
país más justo.
-Me
parece que hay pocas compañías en nuestro país que hoy en día se autoafirmen
como hacedores (productores) de teatro
político y si las hay, los
espacios oficiales son muy escasos para ejercerlo ¿Por qué creen que se da esta
situación? y ¿Por qué creen que es importante hacer
teatro político hoy? ¿Qué responsabilidad tienen las academias
formadoras de actores de la poca producción de teatro político?
Nuestra
definición como colectivo del teatro político surge a partir de la
sistematización de nuestro trabajo y de la conceptualización histórica y
teórica que propone César de Vicente Hernando, en la que se define el teatro político como aquel que por
medio de sus mecanismos de producción indaga en las relaciones de poder y de
dominación (hacer visible lo invisible). Ese sería su objeto específico de
investigación, marcando una diferencia sustancial con el teatro social, puesto
que este último vendría a representar los males sociales del capitalismo sin
develar la estructura que los provoca. Podría resultarnos sencillo este
enunciado, pero es muy complejo,
puesto que pasar de un teatro social (de representación) a un teatro político
(analítico) necesariamente implica una profundización en la construcción
escénica, una reflexión y construcción analítica que sea capaz de develar los mecanismos de dominación y no sólo representar su
consecuencia social. En este sentido podríamos afirmar que muchas de las producciones
que se levantan como teatro político aún se mueven en los límites del teatro social.
Esto no es una valoración negativa, es sólo una diferencia conceptual que nos
permite profundizar en el análisis de las obras de la escena nacional. Hay
distintos factores que podrían dar respuesta al por qué el teatro político no
se encuentra frecuentemente en los circuitos oficiales, y tampoco tan
masivamente (como se podría creer) en los no oficiales. El primero, es que el
teatro político propone un mecanismo de pensamiento que vendría a desmantelar
el dominante, pues bien, esta es una razón contundente para excluir al teatro
político de las salas oficiales, puesto que están vinculadas con los aparatos
de dominación y de hegemonía del pensamiento. Esto no sucede con el teatro
social, de hecho, en nuestra cartelera abundan los montajes que denuncia los
males de nuestra sociedad e intentan “humanizar” el capitalismo, pero no
profundizan en sus cuestiones políticas. Lo segundo, es que muchas veces las compañías que hacen teatro político
rechazan los circuitos oficiales, y claro, con razón, pero el problema es que
la lucha de clases se dan en todos los ámbitos, incluido el de la ideas y el de
la producción artística. Es
difícil hablar de esto sin ser mal interpretada. No se trata de andar con la
carpeta bajo el brazo intentando quedar en las salas que legitima el teatro
burgués, ni de profitar con el discurso del infiltrado que dice cambiar el
poder desde adentro, sino de visibilizar la escena política, puesto que
consideramos que el teatro genera pensamiento e imaginarios. Por esto nos
interesa el teatro. Entonces, debemos fisurar el teatro hegemónico y
legitimado, siempre entendiendo que nuestro lugar natural (el del teatro
político) puesto que pertenece a él y de ahí emerge, es el movimiento social y
político.
Por
supuesto que una de la razones de la escases de teatro político es la formación
teatral de las academias. Las instituciones educacionales son dispositivos de
dominación, son parte aparatos ideológicos, y las escuelas de teatro no son la
excepción. La manera de abordar el teatro en las Escuelas en su mayoría es
desde la escena burguesa.
-Teatro Público afirma que sus
procesos creativos, por lo menos los dos últimos (Celebración, 2010 y Nuestra
América (Bosquejos), 2013), se constituyen a partir de la “autoría
múltiple” ¿Cómo podrían definir este concepto? ¿Esta decisión pasa por su
posicionamiento ideológico en su hacer teatral?
El
concepto de autoría múltiple aparece tras la sistematización de la experiencia
que significó el trabajo para la creación de Celebración. La producción escénica de este montaje se realizó a
partir de la multiplicidad de
imaginarios, intuiciones, saberes y sensibilidades y más, que se nutrieron con
el proceso de documentación, y que luego, interrogamos en escena. La dirección
es la que hace una especie de
cartografía política y escénica con los materiales arrojados por todas y todos.
Este proceso fue radicalizado en Nuestra
América (bosquejos). Este es un modo productivo escénico que aún estamos
definiendo, así es que no te puedo dar una definición totalmente certera como
quisieras. Pero puedo decir, entre la certeza y la intuición, que lo nombramos
así y no como creación colectiva porque no se trata estrictamente de resolver
un problema en términos colectivos, sino de poner en común las distintas voces
(autorías) sobre el problema. Es por esto que los roles no desaparecen, sino
más bien se ponen al servicio de la puesta en común, así, en la construcción
musical por ejemplo, los actores, la dirección, la asistencia, el diseño… ponen
en juego texturas, sonoridades, materiales sonoros, pero es el músico, con esos
elementos entregados, el que produce la cartografía musical. No se trataría de
la ausencia de poder, sino más bien de un poder común.
Intentando
abordar la segunda parte de tu pregunta sobre si “esta decisión pasa por un posicionamiento ideológico en
nuestro hacer teatral”, voy a deslizar algunas ideas que me parece explican nuestro quehacer teatral, como
un intento de encontrar un modo productivo político de resistencia, y por qué
no, de subversión y construcción. No sé, si responderé exactamente a lo que te
refieres, pero trazaré ciertas ideas que pueden servir.
Un
trabajo de autoría múltiple no se puede separar de un proceso de autoeducación
colectivo, de donde emerjan las premisas desde las cuales abordar el proyecto.
Si partimos de la idea de que la educación es un espacio de dominación,
que está dentro de una red de dispositivos que busca regular nuestras vidas,
nuestros hábitos y costumbres sociales, asegurando la obediencia a sus reglas,
y así a través de la vigilancia producir la normalización; un punto importante de resistencia
frente a este dispositivo de dominación es establecer puntos de autoeducación
que contesten al dispositivo de dominación que es la educación.
Entendemos un proceso de
autoeducación, como un proceso de autoformación colectiva a través de reuniones
de estudios, discusiones internas, participación en el movimiento social:
manifestaciones, jornadas populares, etc., mediante el cual compartir un
conocimiento, una imagen, una idea, etc. Investigando de manera común vamos
fortaleciendo el colectivo y su autoría múltiple. La puesta en común de
conocimientos que arrojen estas experiencias tiene como finalidad elevar el
entendimiento de la vivencia social al plano político, desde una mirada crítica
del orden de dominación imperante y con una perspectiva transformadora
revolucionaria de la sociedad.
La sociabilización de la práctica teatral, permite que un proceso de
autoeducación no se quede al interior del colectivo, sino que se proyecta en los
públicos, potenciando otras experiencias de luchas y resistencia.
Me parecía pertinente detenerme un poco en la figura de la auto
educación, puesto que sin esta no es posible entender la autoría múltiple, o
por lo menos así pensamos que debiera ser desde una perspectiva política,
puesto que si no, nos quedamos sólo en la búsqueda de un procedimiento de
creación, y no en la búsqueda de un modo de producción que haga posible el
develamiento de lo oculto en la perspectiva de potenciar los horizontes emancipatorios.
La idea de autoría múltiple operaría en el colectivo teatral
respondiendo a la idea fragmentaria de pedagogía/creación/investigación,
concibiendo la experiencia formativa y de investigación en la producción del hecho
teatral. La compañía como una escuela de autoformación política-teatral frente
a los dispositivos de dominación neoliberales.
-A partir de la relación
dialéctica entre dominación colonial y emancipación que propone la obra ¿Cómo
ven el contexto político actual en Latinoamérica?
¿Cómo creen ustedes que se
construye NUESTRA América Latina y
NUESTRO Chile?
La
respuesta a la primera pregunta tiene directa relación con lo que anuncias: en
una “relación dialéctica entre dominación colonial y emancipación”. Ahora bien,
está es una relación constitutiva no sólo de los pueblos Latinoamericanos. Más
que nombrar una particularidad, podemos distinguir los nodos en los que se
expresa la lucha Latinoamericana. Sin duda, uno de los importantes sigue siendo
el problema de la soberanía, la autodeterminación de los pueblos y la
recuperación de los recursos naturales, y con esto, el disfrute común de los
bienes sociales arrasados por las políticas neoliberales: la ,salud, la
educación, etc. Aunque sean puntos nodales de la lucha latinoamericana. cada
pueblo las llevará a cabo según sus particularidades históricas, políticas y
culturales. Lo importante es que estamos en un escenario histórico en el que
las contradicciones (esa relación dialéctica que señalas), al parecer tenderían
a agudizarse, y consecuentemente con esto, las resistencias y la emergencia de
organizaciones, productores de mundo e imaginarios que buscan la emancipación
tienden a diversificarse y expandirse. Debemos avanzar hacia la destrucción de
los espacios dominantes y construir una Latinoamérica libre del capital
extranjero y de las relaciones capitalistas.
Construimos
nuestra Latino América y Chile, desde la multitud anónima. La construimos
imaginando y haciendo posibles todos los espacios que nos ayuden a producir un
nuevo mundo. La construimos organizándonos. La construimos no desde la política
de la representación, sino desde
la potencia constituyente.
Nuestra América (Bosquejos) es, sin duda, la realización consciente de un trabajo
artístico-político que busca seguir tensando las relaciones antagónicas del
territorio donde vivimos, se llame Chile, Latinoamérica o mundo. Es un trabajo
sumamente sensible con la esperanza cierta de poder cambiar este orden
hegemónico que domina todas las esferas de nuestra vida social. Un trabajo muy
lúcido en su análisis político de nuestra Latinoamérica, teatralizando cómo el
capitalismo se constituyó, por el
saqueo, genocidio y dominación de las coronas españolas y portuguesas, al
comienzo, hasta desentrañar cómo se han impuesto los modelos neoliberales en
nuestros paises.
“...no hemos perdido,
ni ellos han ganado. No hemos perdido porque aún tenemos anhelos de
libertad....” resuena este texto de la obra, en nuestras convicciones deseosas
de un futuro mejor. Un futuro que no podemos sentarnos a esperar a que llegue,
sino a construirlo hoy día. Me parece que esa es la invitación de este trabajo
teatral: Construir el mundo donde queremos vivir, sin desligarnos de la
responsabilidad que aquello significa, teniendo en cuenta cuantos han caído,
pero también, teniendo en cuanta cuantos se han levantado y cuantos nos
seguimos levantando por encontrar “...el común, que no es ni tuyo, ni mío, sino
de todos...”
La obra se presentará
en el teatro de la Universidad Mayor, desde el 4 hasta el 21 de Abril, ubicada
en la calle Santo Domingo 711 (Metro Bellas Artes o Plaza de Armas). Los
días jueves, viernes y sábado a las 21:00 hrs y los domingos a las 20:00 hrs.
Las entradas tienen un valor 4000 pesos para la entrada general y de 2000 pesos
para estudiantes, adultos mayores y convenios. Teléfono reservas 2 328 18 67.
La compañía está
integrada por Patricia Artés, Martín Muñoz, Cristián Lagreze, Javiera Zeme,
Álvaro López, Cecilia Acuña, Alejandro Miranda, Marcela Gueny, David González,
Andrea Vera y Cristian Aravena.
Benjamín Prati, miembro
de Todos Trabajando.
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